Paso Morado

La Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón, Paso Morado mantiene viva la esencia de la procesión tradicional, sin incluir representaciones de grupos bíblicos en movimiento. Su desfile se compone únicamente de estandartes, la Bandera del Paso Morado, nazarenos y los «pasos» que narran los momentos clave de la Pasión y Muerte de Jesús de Nazaret.

Sus raíces históricas se remontan al siglo XVIII, cuando D. Pedro Alcántara Pérez de Meca consagró una capilla en el convento-hospital de San Juan de Dios en honor al Stmo. Cristo del Socorro. Más tarde, en 1758, su nieto D. Pedro Pérez de Meca fundó una hermandad. Un año después, en 1759, el general de la Orden de San Juan de Dios concedió a la hermandad el uso de la capilla y validó sus constituciones. Estas establecían como principales propósitos el acompañamiento a los difuntos en su entierro, la asistencia a los enfermos y la práctica del Vía Crucis con procesión y estandarte los sábados de Cuaresma.

En 1800, la Archicofradía de la Vera Cruz y Sangre de Cristo otorgó al Paso de Nazarenos Morados la presidencia de la procesión del Jueves Santo por la tarde. Desde entonces, la hermandad comenzó a portar la efigie del Stmo. Cristo, el Palio de Ntra. Sra. de los Dolores y la imagen de la Santa Cena, adquirida en 1763 a la Cofradía de Jesús de Murcia. Tras la Guerra Civil, en octubre de 1939, el Paso Morado fue restaurado y, al año siguiente, desfiló por primera vez la imagen del Nazareno de Roque López , realizada en 1787, convirtiéndose a partir de 1945 en titular de la Cofradía con la advocación de Cristo del Perdón.

Cada Jueves Santo, el Paso Morado recorre las calles en la solemne Procesión del Perdón, que parte desde la Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. del Carmen. Su característico ritmo sereno y su impecable orden lo convierten en un desfile de gran recogimiento. Pone en escena los “pasos” de la Santa Cena, el Cristo del Perdón acompañado por penitentes, el Cristo de la Misericordia, el trono del Calvario y la Virgen de la Piedad cerrando el cortejo.

Destaca la bajada penitencial que realiza esta cofradía la noche del Miércoles Santo con la imagen del Cristo de la Misericordia, desde su ermita hasta la Iglesia del Carmen.

El Paso Morado es además el custodio y garante del tradicional Vía Crucis lorquino. Una tradición inmaterial reconocida junto con el Calvario lorquino como Bien de Interés Cultural, que mantiene viva la Hermandad de Rezaores cada viernes de cuaresma, el Jueves Santo y la mañana del Viernes Santo, donde cientos de penitentes vestidos con túnicas moradas forman la procesión penitencial acompañan al Cristo del Socorro, a la Dolorosa y a San Juan Evangelista hasta la Ermita del Cristo de la Misericordia, en un acto marcado por la austeridad y el rigor penitencial.